El domigo 2 de agosto, se publicó en Diario de Noticias, una carta de opinión que nos ha parecido interesante compartir. Ahora con las vacaciones podemos permitirnos el "lujo" de leer, reflexionar... luego con la Vorágine del día a día andamos peor ¿verdad?
EL NIÑO EL REY DE LA CASA
La publicidad busca al niño desesperadamente. El niño pide cosas vehementemente a sus padres. Y los progenitores les compran de todo. He aquí el triángulo de la actual sociedad del consumo infantil.
Robert Rochefort, director del Centro de Investigaciones y Documentación sobre el Consumo en Francia, afirma que los chiquillos, desde los 3 años, son consumidores directos y ordenan a sus padres lo que se debe comprar.
El Instituto Francés del Niño ha calculado que los niños gastan más de 3.800 millones de euros. Además, determinan el 75% de las compras de cereales y el 73% de las de leche fermentada, el 72% de las actividades de ocio y el 43% del lugar donde se disfrutarán las vacaciones.
Por otra parte, las criaturas nada más pisar la guardería o el colegio empiezan a compararse con sus compañeros de pupitre. ¿Qué mochila cuelga a la espalda, qué camiseta y modelo de zapatillas deportivas lleva puestas, qué bocadillo le ha preparado su mamá? La espiral de la comparación y de los primeros brotes de envidia están servidos. Desea lo que tienen sus nuevos amigos, aunque lo suyo pueda ser más caro y de mejor calidad.
Cuando sale del colegio empieza a pedir todos esos objetos de deseo. Y los progenitores harán todo lo posible por satisfacer los caprichos del rey de la casa. El niño pasa a ser un tirano sin piedad.
El hijo es mucho más inocente que sus padres en ganar la carrera consumista. Los padres, profesores, empresas y publicitarios deben conocer que la felicidad está más en compartir que en poseer; en ser que en tener; en dar que en recibir; en la austeridad que en el despilfarro. Entre todos tenemos que educar a los niños en el consumo responsable.
La publicidad dirigida a los niños debe estar cuidada hasta el último detalle. El público infantil es un perfil decisivo de la audiencia y su condición de ser indefenso ante los mensajes, hacen que la publicidad infantil deba estar tutelada por una regulación responsable. La publicidad dirigida al niño no debe engañar ni manipular, debe ser clara en sus mensajes, ya que el público infantil puede confundir lo real con lo que es el escenario, de los anuncios publicitarios.
Clemente Ferrer Roselló
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
2 comentarios:
!dios mio! y luego se hacen mayores.
Hace pocos días asistí a una representación de lo que sucede a esos niños cuando crecen:
el alcance de su frustración, cuando no pueden conseguir , de inmediato, aquello que desean y que los padres les hemos proporcionado sin medida, es devastador. Puede amargarles una buena temporada, y eso no es malo, lo malo es que consiguen amargar a cualquiera que se cruce en su camino.
El que no aprende de niño , aprende de viejo.
Hay un dicho que es "mal domado, buen domador" ¿cómo será la próxima generación? je, je
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